Reproducimos algunos puntos sustanciosos del análisis coyuntural de la política argentina que realizó José Yorg, quien auscultó en la historia política argentina en los periodos históricos que abarcan desde el año de 1955 a 1976 en que regresó al país J.D. Perón, lapso de tiempo en que se gestó y evolucionó el Movimiento de Resistencia peronista, cuyas características la tipifican y son identificadas por el educador social.

Fijó Yorg que “desde el punto de vista de la ciencias social y política la resistencia es una categoría política, pero históricamente fue un movimiento organizado que se dio así mismo gran parte del pueblo peronista en ciertas y determinadas circunstancia en que se produjeron golpes de Estado y se quebrantaron sus derechos elementales de vida”.

“Podemos afirmar -continuó- sin temor a equivocarnos que la Resistencia peronista representó la justificada reacción del pueblo argentino contra las dictaduras que instauraron un régimen que destruyó el proceso industrial y productivo e incrementó la Deuda externa como medio de entrega de la soberanía nacional”.

Agregó Yorg que “hoy, todos los indicadores y las variables sociales y políticas en estudio e interpretación, señalarían que, ante la despaciosa actitud de las dirigencias se suscitaría una  incipiente y nueva versión del Movimiento de Resistencia peronista como lógica reacción ante un gobierno de neto tinte dictatorial”.

UN GOBIERNO QUE OLVIDÓ LA CARTA MAGNA  

“En conclusión, en el actual contexto argentino vivimos una tremenda injusticia social que genera una incipiente pero vigorosa época de resistencia social ante un gobierno que pretende gobernar por medio de decretos, olvidando casi, la Carta magna y la función del Congreso nacional”, ilustró.

“Este movimiento de resistencia política en plena construcción se expresa en las calles, en las rutas, en edificios públicos y donde sea escuchado con cánticos, consignas y cacerolazos”, concluyó José Yorg.